Con el fin de revertir el problema de contaminación que causan los productos desechables como vasos, platos y cucharas de plástico en el suelo, el aire y los mares, estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron un bioplástico a partir de la cáscara de papa que tarda de cuatro a cinco meses en degradarse.
Los creadores de esta propuesta son Gabriela García Orozco, Lucero Guerra Tovar, Joel Sánchez Díaz y Yoxan Solís Vázquez. Ellos son alumnos del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) 10 “Carlos Vallejo Márquez”, y señalan que el bioplástico se enfoca en dar una solución a la reducción de residuos sólidos urbanos mediante el consumo de artículos innovadores que sean rápidamente degradables en el ambiente y no afecten los ecosistemas.
“El proyecto nace por la alta demanda que existe de plásticos elaborados con polímeros sintéticos y se propone una alternativa de un bioplástico que está elaborado a base de cáscara de papa, lo que transforma residuos orgánicos en productos de uso común para el país”, dio a conocer Joel Sánchez Díaz.
Agregó que este prototipo busca sustituir los polímeros que se usan con frecuencia, los cuales tardan de 500 hasta mil años en degradarse, tienen muchos contaminantes y generan repercusiones a los organismos presentes en los suelos.
Los diseñadores del proyecto dijeron que desde la producción a la degradación no causa ningún impacto negativo al medio ambiente. El producto no tiene sabor y el color que tiene actualmente es naranja, pero puede producirse incoloro.